Estos últimos meses me acompaña el pensamiento de que estamos ante una fase de la historia de la evolución de la humanidad muy entretenida. Como en casi todo en la vida habrá quien lea el momento actual con desazón y desaliento y quien confíe en que el ser humano siempre ha librado desafíos a priori insuperables pero finalmente posibles. No entraremos en el precio que a menudo hay que pagar para superar ciertas fases de cambio, transición o liminales. Sabemos que para muchos es altísimo y doloroso. Para otros liviano y fructífero. ¿De que depende?. Vamos por partes.
Siempre es bueno que haya distintas voces que pulan el discurso mayoritario para al final cada cual hacerse su propio puzzle de realidad y asumir con responsabilidad el destino de las acciones y compromisos adquiridos. La era de la IA ha llegado a bombo y platillo y anunciando una especie de tierra prometida que parece no acabar de llegar o ser incluso un mito. Ya hay voces autorizadas y estudios más o menos serios sobre el «hype» y burbuja de esta tecnología (porque no deja de ser una tecnología, aunque mole llamarle inteligencia). Siempre habrá quien la defienda a ultranza y quien la denigre a viento y marea. Cualquier cisne negro es siempre objeto de crítica, burla, persecución o fanatismo. El ser humano es así.
Tras un par de años usando las 4-5 plataformas de IA más conocidas por supuesto tengo mis propias impresiones. Además mi trabajo de consultoría y mentoring me permite saber cómo les va muchos de mis clientes que ya están apostando por esta nueva herramienta. Digo herramienta porque es lo que en realidad me parece. Eso de «Inteligencia» es un tema para otros cuantos post o podcasts pues no hay un consenso unánime ni autorizado que defina este término y si es acertado o no usarlo para referirse a un avance (descomunal eso sí) de algo que ya llevamos años usando.
¿Alguien diría que el excel de Microsoft es inteligencia aritficial?. Pues sí y no. Porque sabe hacer cálculos mas avanzados que la mayoría de los seres humanos, en menos tiempo y mayor precisión. Llevamos décadas usando tecnologías que son «inteligentes y artificiales» y eso no ha causado tanto revuelo.
¿Dónde está entonces el asunto?. En los intereses comerciales detrás de esta tecnología, obviamente. El dineral e inversión hechos por las grandes tecnologías es tan descomunal que la campaña de marketing para rentabilizar semejantes números ha de ser al menos igual de inmensa.
A esto hay que sumar los aprovechados en FOMO´s (cuidado que te quedas fuera y algo horrible te va a pasar), los ingenuos que no se enteran del calado real del contexto internacional y se suman sin más al mainstream para parecer vanguardistas y las hordas de aprovechados mercantilistas que quieren hacer el agosto en base al miedo de quedarse fuera, de no formarse en ello. Muchos de estos aprovechados están cavando su propia tumba sin saberlo ya que cuando la piel del oso esté vendida pero no haya oso su reputación quedará erosionada y sus propios puestos quizá sean barridos por las tecnologías que ellos mismos vendieron (que se lo digan a muchos de los programadores y cerebritos que parieron algunas de estas plataformas,,, a ver dónde están ahora. Basta consultar algunos foros de Ex-Google´s o Ex-Open AI´s para comprobarlo)
Puede parecer que estoy cargando contra la IA. No es así. La uso a diario para tareas de investigación, tratamiento de datos, logica de informacion y unas cuantas tareas más relacionadas con cálculos y análisis. Realmente me ahorra tiempo pero también me deja grandes dudas y sensaciones que no me molan mucho. Me explico con la foto de cabecera de este post.
Se puede llegar al mismo sitio de muchas formas, y no hay problema en ello (si no dañas, ofendes o causas mal alguno a nadie en el intento), pero la cuestión es quién eres, en qué te has convertido al ir por el camino que has elegido para llegar donde has llegado. Ciertamente subir la cima de una montaña es algo que se puede hacer de muchas formas: estilo puro, con oxígeno asistencial o… en helicóptero. Y claro, ahí esta el asunto.
¿Es la misma experiencia llegar a la cima de una montaña por tus propias habilidades y destrezas, viviendo y aprendiendo de todo lo que esto conlleva que llegar a la cima «subido» por un artilugio que te evita «el proceso personal». Obviamente no es lo mismo. No te conviertes en la misma persona. Cada proceso lleva a una cosa. No estoy diciendo que una sea mejor que otra, simplemente que llevan a convertirte en personas diferentes, y hay que asumir eso.
La IA en algunos casos es como subir la cima del Everest en helicóptero, hacerte la foto sin despeinarte, con una café calentito y en poco tiempo (apenas 90 minutos) versus las 3-4 semanas que lleva a un alpinista normal por la cara norte (no la sur, donde las colas son ya bochornosas). ¿Es mejor una que otra?. En absoluto. Quizá los románticos del alpinismo como yo piensen que es una aberración, pero no deja de ser el criterio de una persona, con unos valores y de una generación que ha conocido esa forma. No es ni mejor ni peor que subir el helicóptero y hacerte la foto. (¿En qué términos?). Mientras uno no haga daño, se viole alguna ley (natural o humana) o se perjudique a alguien no hay realmente motivos para descalificar esta proeza de la ingeniería y tecnología que se llama «helicóptero». Pues lo mismo con la IA.
¿Cuál es el desafío entonces?. Más que problema estamos ante un reto de pedagogía y consciencia: hay que saber lo que está en juego y no dar por sentado que todo el monte es orégano. Lo desafiante del reto de subir a la cima del Everest en helicóptero no es el hecho en sí, si no la factura que vas a tener que pagar después por haber usado el helicóptero (comprado o alquilado, igual da, lo vas a pagar): ignorarla o no asumirla te va a meter en problemas seguro.
¿Cual es la factura del uso excesivo e indiscriminado de la IA para todo?. Basten un par de ejemplos personales.
Este verano fuimos de casa rural a mi tierra, Galicia. Conocomimos allí a una pareja con la que intimamos en cierta medida. Él era programador senior de una firma muy conocida de software. Su salario pasaba con creces los 100k/año. En mitad de un momento de confianza se desnudó aun más: «¿Sabes'», me dijo. «Mi mujer ya no aguanta mis quejas y mal humor, pero no pasa nada porque ahora hablo con mi IA todas las noches y me desahogo con ella. MI IA no me reprocha nada, no me culpa, no me hace feos…Creo que mi IA ha salvado mi matrimónio». (Dejo las reflexiones de esta aseveración a cada cual).
Otro ejemplo de la vida real es un amigo y cliente de servios profesionales de mentoring. Me llamó hace poco para decirme que «seguiría siendo mi amigo pero que ya no sería mi cliente. Había encontrado en su IA un confidente mejor, más original, más rápido, accesible 24/7 y por mucho menos precio. Seguimos siendo amigos obviamente,,,, hasta que encuentre un amigo artificial. (Dejo las reflexiones de esto también a cada cual).
¿A dónde quiero ir a parar con todo esto en términos de liderazgo personal?. Al precio que algunos acabarán pagando por ignorar las efectos colaterales de esta excesiva hibridación humano-tecnológica.
Tal y como ya apuntan algunos estudios (algo cortos aún el tiempo volumen de muestreo) es que muchas personas están perdiendo capacidad de pensamiento crítico y creatividad por el uso indiscriminado de la IA. EL doble filo de las bondades de la IA es que literalmente nos hace más tontos,,,luego menos competentes. Un líder es alguien que ha de manejar con artes y método las capacidades y talentos de su equipo. ¿Vamos hacia equipos más fríos, tontos y vacíos de compromiso?. Parece que los equipos donde se usa «demasiado» la IA como herramienta personal reducen sus dinámicas internas de comunicacion, pensamiento grupal añadido y van empobreciendo los ambientes de confianza y cercanía.
Creatividad, pensamiento crítico, ambiente saludable y compromiso auténtico son ingredientes imprescindibles parea hacer de la experiencia del empleado y laboral algo satisfactorio, nutritivo y enriquecedor. Si como líderes descuidamos el impacto de la IA en estos parámetros no será ilógico pensar que estemos cultivando sin saberlo entornos profesionales «asépticos», despersonalizados, frios,,,
Liderar en el umbral de la IA es algo tan concreto com sutil. La IA no tiene porque ser una amenaza si se utiliza con «conciencia», hecho que no es fácil. La IA, como algunas empresas ya están demostrando (Ikea, Citibank, Accenture..), puede ayudar a los líderes a de verdad centrarse en las personas y la estrategia y dejar el montón de proceso operativos y tareas rutinarias de bajo valor humano añadido en manos de los algoritmo y fórmulas «inteligentes». Liderar en tiempos de la IA es encontrar el equilibrio sano entre el ejercicio cotidiano de funciones genuinas del ser humano (resiliencia, empatía, cooperación, orientación, inspiración, apoyo..) y la ejecución de tareas operativas de gestión de datos, procesos o información. Como algún directivo me ha compartid recientemente el ahorro del 13% de su tiempo mensual gracias a la implementación de cierta IA en sus procesos internos le permite poder estar mas tiempo con su gente, escucharles mejor, preparar mejor sus evaluaciones del desempeño y estar más presente en el equipo y menos en la pantalla de su ordenador o smartphone.
Así pues, no hay amenaza alguna con la IA salvo para aquellos que renieguen y se opongan a este salto adelante o para aquellos que la abracen indiscriminadamente y rompan algunas de las reglas universales de convivencia humana (respeto, atención, dedicación, compasión. afecto, cercanía, confianza….)
Así pues, cada cual es responsable del uso, no de la herramienta en si. Algunas reflexiones que pueden empezar a armar el esqueleto de la incorporaciones la IA en el dia del liderazgo y los equipos podrían ser:
- Haz de este asunto un tema de análisis y conversación con tu equipo. ¿Quiénes queremos ser para llegar donde queremos llegar?, ¿Cuáles son nuestras líneas rojas?
- ¿Haz un buen análisis «crítico» de las áreas y funciones donde el equipo puede aprovechar el potencial de la IA sin vender su alma. Distingue el ADN del esqueleto motor.
- Haz seguimiento de la adicción a la IA (está demostrado que genera tecnoestrés y ansiedad a M/P)
- Abraza la IA como un salto tecnologico increíble que puede ahorrarnos ciertos procesos de poco valor humano añadido pero no olvides que «el proceso» de pasar por ciertas montañas cuesta arriba también nos hace ser quienes somos.
¿Y tú quien quieres ser?
¿Y tu equipo qué quiere ser?